sábado, 14 de mayo de 2016

"Cuando haya bruma en tu camino..."



Crisis
Siempre hay momentos así en nuestra vida. Muchas veces tendemos a resistirnos al ritmo que trae esa experiencia. Simplemente no queremos movernos por más que se  nos esté llevando en esa dirección.  Nos sentimos asfixiados, sofocados, sin salida y vemos todo negro o brumoso. Pretendemos detener las cosas, negarlas, fingir que nada de lo que estamos viviendo, está pasando. No queremos sufrir, detestamos hacerlo, aunque nosotros mismos nos hayamos llevado por ese camino. No queremos pasar momentos amargos porque sobrevaloramos los momentos buenos, porque ignoramos que en los momentos oscuros también vienen bendiciones.

Cuando bajamos los brazos por lo cansado de la batalla, logramos entonces percibir esa voz que nos aconseja calmarnos y tomar un momento para respirar. Ese acto tan sencillo es tremendamente vital y en su simpleza es que se encuentra un gran poder. 

Si voluntariamente nos entregamos a la calma y respiramos, VOLVEMOS A CONECTAR NUESTRA ESENCIA CON NUESTRA PARTE SABIA, que es Dios en nosotros, y podemos  sentir paz en medio de ese y cualquier caos. 

Respira, reconéctate contigo mismo inhalando la misma esencia de la vida: PAZ. 
¿Por qué?
Porque es en la paz donde habita Dios. Porque al decidir calmarnos, dejamos de ofrecer resistencia y FLUÍMOS, nos dejamos llevar, aceptamos que hay algo más grande que nosotros  que lo sabe y lo es todo. Al hacer voluntariamente este acto de tranquilizarnos ya cambiamos nuestra vibración. Ya no atraemos cosas del polo negativo y, si vamos más allá y AGRADECEMOS EL ESTAR VIVIENDO ESA EXPERIENCIA, aunque de momento no entendamos por qué, cambia el aspecto del juego; como elegiste ser y sentirte diferente frente a la adversidad, ¡puedes ver las soluciones, PUEDES VER EL HORIZONTE!

Por lo tanto, deja de temer a las Adversidades. Son grandes Maestras que nos hacen pasar por ratos amargos porque en ellas siempre hay bendiciones: HACEN NUESTRAS RAÍCES MÁS FUERTES, nos preparan para el siguiente paso. Cuando logramos entender esto, se hace la Luz en nosotros y, cuando contemplamos los momentos grises que pasamos caemos en cuenta que nos enseñaron una parte de nosotros mismos que desconocíamos, una parte tan valiosa del rompecabezas de tu vida que, sin haber pasado ese trago amargo NO SERÍAS LO QUE HOY ERES, te faltaría esa pieza.

Deja de engañarte con ese velo quitatiempo del "Hubiera", porque es una forma estúpida de desperdiciar tu Vida; como dicen los hindúes: "lo que pasó es lo único que pudo haber pasado".  ¿Por qué? porque en un plano muy alto de consciencia y antes de venir a esta vida (y cada una de las que has vivido) DECIDIMOS Y ACORDAMOS LO QUE ÍBAMOS A VIVIR, CON QUIÉN, CÓMO Y PARA QUÉ. 

Así como lo lees. 

Es hora que aceptes que NO ERES UN CORCHO EN LA TEMPESTAD, no eres pieza favorita del azar. Eres, has sido y serás un Ser Espiritual Consciente, Pensante y Eterno que en cada  vida te has ido puliendo a ti mismo con cada paso que has dado en ella. 

Entiende que no estás solo y que, si en momentos de crisis logras regresar a lo básico del Ser Humano, resguardarte en lo simple: LA RESPIRACIÓN, puedes saberte y sentirte acompañado y, sobre todo, APOYADO POR ALGO MÁS GRANDE QUE TÚ MISMO, que no es otro sino DIOS.

Compruébalo.


Debra Oropeza. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario